año 1979
Óleo/ Tabla
34,5 x 28 cm
Composición vertical en la que el artista representa unos campos manchegos. El tercio superior de la imagen está ocupado por un cielo limpio y luminoso. En los otros dos tercios de la obra, los colores de los diferentes campos se van sucediendo hasta ser interpretados con delgadas franjas de color muy estudiadas cromáticamente.
De nuevo con gran sensibilidad para el color, el pintor recrea la infinidad de los campos manchegos con gran síntesis de recursos y de pincelada. En la distancia puede verse una pequeña y solitaria casa centrada en la composición.
La obra no aparece firmada.
Donado por los herederos del pintor tras la muerte del mismo. Donación en documento fechado 11.12.87 y dirigido al Sr. Alcalde. Sin fecha y sin registro de entrada.