año 1978
Óleo/ Tabla
28 x 34,5 cm
Tabla pintada a óleo en la que el artista juega con la geometría y los espacios en blanco. La composición es horizontal y la mitad inferior está ocupada por el espacio de la tierra sin cultivar de colores pardos y rojizos. El vacío de esta parte solo es roto por algunas piedras y rastrojos.
Hacia la mitad de la composición, una horizontal de campo grisáceo divide la obra y, tras ella, otra fina horizontal en un tono verde frío donde se sitúan las minúsculas siluetas de un pastor y su rebaño. Detrás de ellos, de nuevo el campo sin cultivar adquiere poco a poco una tonalidad fría que se acaba confundiendo con el horizonte.
Este efecto podría haberse conseguido con una veladura de color, pero el pintor lo consigue aplicando la pintura directamente con un análisis minucioso del color.
La obra no aparece firmada.
Donado por Antonio López Torres en escritura pública, 14.10.83.
- 1994, Exposición «Homenaje a López Torres», Galería Arteta, Madrid.