año 1973
Óleo/ Tabla
18 x 17,5 cm
Pequeña tabla cuadrada en la que el pintor representa, a través de franjas horizontales, un campo manchego en otoño. Estas franjas horizontales de color delimitan los diferentes campos en los que predominan los colores rojizos y tierra. La pincelada vibra en varias direcciones insinuando las texturas de los campos en una imagen que no se define completamente, pero que se completa en la visión del espectador. En la lejanía se ve una casa con unos árboles cercanos y, más al fondo, el paisaje se torna hacia una gama de color más fría.
En esta época el artista estaba inmerso en la creación de este tipo de paisajes donde investigaba en lo sugestivo y en la parte más lírica del mismo.
La obra no aparece firmada.
Donado por Antonio López Torres en escritura pública, 14.10.83.